En 2003 nació una iniciativa interesante e innovadora en Italia: la posibilidad de crear un censo de los lugares más arraigados en los corazones de los italianos.
Dar voz a la lista de los lugares más queridos de Italia para preservar su futuro es el objetivo principal de «I luoghi del Cuore«, Los lugares del corazón, un censo nacional promovido por FAI (Fondo Ambiente Italiano). La iniciativa pide a los ciudadanos que respondan a la encuesta indicando qué lugares consideran más bellos e importantes, y que quieren que sean recordados y conservados para las generaciones futuras.
1. La Ciudadela de Alessandria, en Alessandria, Piamonte.
La fortaleza se encuentra al noroeste de la ciudad de Alessandria, separada por el río Tanaro. Ha sido utilizada en la época medieval, en particular en los siglos XVII i XX por los Saboya, la República de Génova y Milán. La Ciudadela fue construida sobre las ruinas del distrito de Borgoglio, después del tratado de Utrecht de 1713, cuando Alessandria pasó del dominio español al de la Casa Saboya.
La fortaleza fue enteramente construida a expensas del antiguo barrio, provocando una revolución urbanística de la ciudad de Alessandria. La ciudadela fue concebida por Vittorio Amedeo, y diseñada por el ingeniero Ignazio Bertola.
Nace así una inmensa fortaleza hexagonal que se extiende sobre 20 hectáreas, con un lado que se extiende paralelamente al río. Durante la ocupación francesa la posición y la eficacia de la fortaleza la convirtió en un de las más espectaculares del imperio con el arsenal más rico de toda Europa.
Como consecuencia de la guerra entre el estado de Saboya y Austria se realizaron modificaciones y mejoras a la ciudadela, como las fosas en 1857, convirtiendo Alessandria en una ciudad totalmente fortificada. La resistencia victoriosa de la Ciudadela durante la Segunda Guerra de la Independencia en 1859 es un episodio clave en el Risorgimento italiano.
2. La Iglesia de San Nicola en San Paolo de Civitate, en Puglia.
A destacar la nave única de forma elíptica, con ornamentación interna y la fachada con los últimos ecos de la arquitectura barroco-pugliese tardía. A pesar de la restauración de la iglesia en 1934-35, podemos observar la degradación que está sufriendo, acentuada por el terremoto de Molise de 2002.
3. La Abadía Benedictina de la Santísima Trinidad de Monte Sacro, en Mattinata, Puglia.
La Abadía de Monte Sacro se alza sobre la montaña donde, según la leyenda, existía un templo en honor de Giove Dodoneo. Lo que ha quedado es el complejo dedicado a la Santísima Trinidad, construida entre el siglo X y XI, y comprende una abadía con un campanario, celdas dormitorio, bautisterio, el refectorio con al cocina, etc. La iglesia presenta una fachada con tres grandes arcos ciegos apoyados sobre columnas con capiteles que rigen los arcos que enmarcan el portal de entrada con un bisel decorado con motivos geométricos.
4. Distrito Sanità – Museo de Totò, en Nápoles.
Antonio de Curtis, conocido artísticamente como Totò, es muy conocido en Nápoles y en el resto del mundo. Totò ha llevado por todo el mundo su lugar de origen, uno de los barrios más ricos en historia y humanidad de Nápoles: el Rione Sanità.
Actualmente el patrimonio histórico-artístico del Rione Sanità es objeto de un importante proceso de valorización, a partir de la reapertura de las Catacumbas de San Gennaro, a manos de una cooperativa social formada por jóvenes guías del barrio. De esta iniciativa ha nacido el tour «Il Miglio Sacro», que hoy promueve los tesoros del barrio y que se centra también en los lugares dedicados a Totò.
5. El Palacio de Carditello en San Tammaro, Campania.
El Palacio de Carditello formaba parte de un grupo de 22 lugares de la dinastía de los Borbones de Nápoles, que comprendía también el Palacio Real de Nápoles, el Palacio de Portici, El Palacio de Capodimonte y el Palacio de Caserta. Estos lugares no estaban solamente dedicados a al ocio de la familia real, sino que constituían negocios, expresión de los emprendedores inspirados en las ideas de la ilustración en boga de esos tiempos.
Se trata de un complejo arquitectónico sobrio y elegante de estilo neoclásico, destinado originalmente a Carlos de Borbón para la caza y la cría de caballos, y sucesivamente para Fernando IV de Borbón, transformado en una factoría modelo para el cultivo de grano y para la cría bovina y de caballos.
La estructura fue construida por el arquitecto Francesco Collecini, discípulo y colaborador de Luigi Vanvitelli. En 1920 los edificios y mobiliario pasaron a manos de la Ópera Nacional de Combatientes, y muchas de sus hectáreas fueron parceladas y vendidas. Se excluyeron el edificio central y las 15 hectáreas circundantes que en la segunda posguerra entraron a formar parte del Patrimonio del Consorcio General de recuperación de la cuenca baja del río Volturno.
En 1943 fue ocupada por las tropas alemanas que se establecieron su mando. El vandalismo de los soldados ayudó a aumentar la degradación. Durante muchos años ha permanecido en un estado de abandono que lo ha mantenido desconocido y relegado al olvido.
El proyecto «Los lugares del corazón» quiere implicar a toda la población para contribuir a la sensibilización del valor del patrimonio artístico monumental y natural de Italia. A través de este censo, el FAI solicita a las instituciones locales y nacionales competentes que reconozcan el gran interés de los ciudadanos en este patrimonio, para que utilicen las fuerzas necesarias para salvaguardar estos espacios o recuperarlos.
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