Poco más que quitarnos el sombrero podemos hacer a la hora de manejar e intentar concentrar en unas simples líneas la masa de conocimiento acumulado que ha dado para la historia de la humanidad la cultura italiana.
Fundamento sobre el que hoy sustentan sus bases las democracias occidentales, la universalidad de la cultura de Italia representa una deslumbrante enciclopedia andante que cubre todas las áreas del conocimiento y la sabiduría.
Gracias a este concepto de cultura, vasto pero de gran calidad, las artes plásticas como la pintura, escultura, arquitectura, la ciencia con su abanico de ramas (matemática, astronomía, biología, etc…) hasta llegar a la literatura, uno de los soportes que nos permite que el conocimiento no sea difuso, y que quede plasmado para la posteridad.
El maravilloso triunvirato de cultura, arte e historia de Italia forma una película sobre la que documentar la evolución del ser humano en todas sus extensiones
En Italia la cultura rezuma por todas partes. Cada rincón, cada piedra cada vértice de las obras de arte que nos han legado los maestros italianos es sinónimo de cultura. No en vano, el patrimonio artístico-cultural de Italia cuenta cuenta con 95.000 iglesias, 40.000 fortalezas y castillos, 30.000 mansiones históricas con 4.000 jardines, 36.000 archivos y bibliotecas, 20.000 centros históricos, 5.600 museos y yacimientos arqueológicos y 1.500 conventos. Por no mencionar el aspecto de que Italia posee el mayor número de bienes artísticos y documentales declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Pero la cultura italiana no está muerte, ni vive sólo del pasado, ejemplos válidos que lo corroboran son la nueva arquitectura de italia, con proyectos modernistas que conjugan tradición y nuevas tendencias.
Nombres propios de la cultura italiana son Leonardo da Vinci, Michelangelo, Raphael, Rossini, Verdi y Puccini, Ghiberti, Donatello, Borromini, por nombrar a unos cuantos entre las miles de figuras sobresalientes que ha dado esta tierra.
Pero donde el jugo de la cultura italiana es más latente es, además de en los museos, en las calles, donde las librerías, las galerías de arte, y las buenas conversaciones hacen que la cultura sea algo más que una palabra, se convierta en una esencia que conviene oler desmesuradamente.
El Istituto Italiano di Cultura se encarga a través de sus sedes repartidas por todo el mundo, de promover el conocimiento de la cultura italiana, sus usos, su lengua y costumbres.