Islas Eolias

Islas de Lípari y Salina, en las Islas Eolias (Foto Flickr de Ste.K)
Islas de Lípari y Salina vistas desde Vulcano, en las Islas Eolias (Foto Flickr de Ste.K)

En el nordeste de Sicilia encontramos un paraíso donde se refleja el misterio de la naturaleza en las transparentes aguas de un mar puro. Son las Islas Eolias, Eólicas (Eolie en italiano).

Uno tiene la impresión de admirar algo virgen, que pertenece a los inicios del mundo: Lipari, Vulcano, Salina, Stromboli, Filicudi, Alicudi y Panarea, son las siete islas del archipiélago de las Eolias que se elevan desde el mar como siete trozos enormes de tierra volcánica  anclada en las profundidades del mar.

Las Islas Eolias son una especie de parque arqueológico en constante evolución: las cenizas, la lava y los materiales en erupción conservan perfectamente los vestigios del pasado.

Las referencias a las islas eolicas ya nos llegan desde referencias de la mitología griega, como la de Homero y su Iliada, cuando su protagonista, el héroe Ulises llega a las Eolias. Según la aventura homérica, Eolo, rey de los vientos, vivía en unas islas situadas entre Italia y Sicilia. Su labor era la de mantener a los vientos encadenados y encerrados en odres de cuero de cabra, atados con hilos de plata, en el fondo de una profunda caverna.

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Ulises, durante su regreso errático a Ítaca, divisó las Eolias, donde fue agasajado por Eolo, que quiso ayudarle proporcionándole un odre con los vientos que le empujasen vuelta a casa. Además, ordenó a Céfiro (uno de los doce hijos/vientos de Eolo ) que acompañara en la travesía a sus embarcaciones, para impulsarlas en la dirección correcta. Tan sólo debían respetar la prohibición de abrir los odres. Desgraciadamente, algunos de los marineros, recelosos y desconfiados, aprovecharon el descanso de Ulises para abrir los odres esperando encontrar tesoros. La tormenta que se desató hizo recalar los barcos en tierra de los gigantes carnívoros Lestrigones que acabaron con todas las naves excepto la del héroe. Exhausto regresó a las Eolias para pedir socorro a Eolo, quién enfadado por no seguir sus recomendaciones lo echó de las islas.

Además de por las odas homéricas, las Eolias fueron citadas por Julio Verne, en Viaje al centro de la Tierra, siendo el volcán por donde emergen los inmortales personajes que habían descendido a las entrañas del globo en Islandia.

Cada una de las islas tiene su personalidad, y por ello merece la pena visitarlas todas:

Isla de Lípari

Lípari, por ejemplo, además de ser la más grande de las Eolias y la que mejores establecimientos para alojarse posee una acrópolis amurallada que resistía los ataques berberiscos. Las minas de obsidiana y piedra pomez, antaño recursos minerales de importancia histórica y económica ya no se exportan, pero la alcaparra local es uno de los productos más apreciados.

Isla de Vulcano

Enfrentada a Lípari, Vulcano era la fragua de Hefestos para los griegos (dios Vulcano para los romanos) situada en en el interior del cráter del volcán que domina la isla. Sus fumarolas de azufre fétido, de un amarillo puro que desprende el gran crater, y los lodos de fango de caracter terapéutico son lo más reseñable. La ascensión al crater es relativamente sencilla y rápida, pero conviene tener cuidado con la dirección del viento para no respirar el azufre cuyo olor es insoportable.

Isla de Salina

Los antiguos cráteres gemelos y activos de Salina, y el verdor de sus laderas marcan la silueta de esta isla situada al norte de Lípari. En una de sus playas se filmó parte de la película «El cartero y Pablo Neruda». Con algo de tiempo se puede alquilar una bicicleta y recorrer algunas de las villas marineras como Malfa. No olvidar degustar el vino dulce malvasía.

Isla de Panarea

Panarea es la más pequeña de las Islas Eolias, pero la más concurrida para un turismo selecto de gente VIP y yate de más de diez metros. Sus calas de agua cristalina y sus casas blancas son una de las postales del archipiélago.

Isla de Stromboli

La única isla con actividad volcánica visible, es la más conocida y solicitada. Las excursiones nocturnas para ver la lava saltar desde el crater, e incluso descender por la Sciara di Fuoco, son la actividad por excelencia. Es imprescindible ascender a los cráteres de Stromboli con guía ya que los riesgos son evidentes.

Islas de Filicudi y Alicudi

Filicudi y Alicudi son posiblemente las más auténticas, o las que más han resistido la invasión turística de las Eolias. Llenas de grutas y farallones de aguas azuladas como la gruta de Bue. Su tamaño reducido hace que los medios de transporte no sean más grandes que motocarros, bicicletas y motocicletas.

Las Eolias son siete islas perfectas para unas vacaciones, a cada cual más particular. Viva una aventura en un mundo perdido en el tiempo donde, en armonía con la naturaleza, puede descubrir innumerables playas, calas, volcanes, cuevas y acantilados, además de la incomparable variedad y riqueza del fondo marino. La belleza natural y los varios aspectos geológicos y vulcanológicos junto con siete mil años de historia, (que puede descubrir al visitar los pueblos prehistóricos y el museo arqueológico de Lipari), hacen del archipiélago uno de los lugares más originales e interesantes de Italia.

Las Islas Eolias forman parte de la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO des del año 2000.

Como llegar

Mapa de las Eolias

Excursiones y Tours guiados en las Eolias