Ciudad del Vaticano

Plaza del Vaticano vista desde la Basilica.

“Sin haber visto la Capilla Sixtina, uno no puede formarse una idea apreciable de lo que un hombres es capaz de lograr.” (Goethe 1787)

Es imposible visitar Roma sin acercarnos al Vaticano, y no sólo por sus de sobra conocidos monumentos, si no porque a poco que nos descuidemos estaremos entrando o saliendo del «país» sin darnos cuenta.

Estado más pequeño del mundo, y sede Papal, su nombre proviene del vocablo latín «vaticinium» que viene a significar «predicción». En poco más de 0,44 km2 de extensión, se concentra un universo de religiosidad, pero también una atomización de arte difícil de encontrar en todo el mundo. Miles de turistas visitan cada hora su plaza, venidos de todos los rincones, ya sean fieles o agnósticos, pero sin poder evitar este polo turístico de Roma.

El Vaticano actúa como un estado en todo su extensión, y cuenta con moneda propia, potestad de emitir sellos, periódico y cuerpo de policía propio. Sin embargo el Vaticano no tiene aduanas en sus fronteras y la entrada y visita es libre. Podemos pasear sin problemas por la plaza de San Pedro y entrar en la basílica, si bien es cierto que debido al volumen de turistas se forman grandes colas y por una cuestión de seguridad hay un control en su acceso. Los únicos puntos no gratuitos y donde se cobra entrada son la cúpula de San Pedro, los Museos Vaticanos y los Jardines.

Historia del Vaticano

La palabra vaticano proviene del latín “vaticinĭum” que significa, predicción. Lo que hoy es el estado más pequeño de Europa es fruto de la historia reciente del Vaticano ya que fue el 11 de febrero de 1929, cuando los acuerdos de Letrán (o día de la Conciliación) firmados por el cardenal Pietro Gasparri y por el dictador italiano Benito Mussolini sellaron su nacimiento. Este pacto proporcionaba a la Iglesia Católica un status privilegiado, si bien alejado de los tiempos de gloria de los Estados Pontificios que llegaron a ocupar una extensión realmente extensa durante siglos.

Que hacer – Opciones de visita

Guardia suizo en el Vaticano.

Si contamos con más de un día podemos centrarnos en visitar con tranquilidad los Museos Vaticanos ya que no es poco precisamente lo que ofrecen, evitando con ello una saturación de obras hasta el punto de que el fin de la visita en la Capilla Sixtina nos parezca algo mundano. Es habitual que los grupos de turistas realicen el recorrido como si se tratase de un rally, sin detenerse apenas a admirar auténticas obras de arte. Además las colas que se montan para entrar a los museos suelen ser de récord, por lo que conviene madrugar o comprar previamente los tickets. Este es el mejor consejo para ahorrarnos tiempos muertos de colas interminables.

El segundo día lo podemos dedicar a la Plaza de San Pedro, paseando por sus corredores columnados, sacando fotos a la inmensa plaza y al obelisco egipcio, antes de entrar en la basílica. Ya dentro hay que detenerse en la tumba de San Pedro, y leer en alguna guía un poco de información de la historia del edificio. La visita guiada es recomendable para no perder detalle de todo lo que acontece ante nuestros ojos. Si seguimos adelante llegaremos a los pies de la cúpula, desde donde podemos ascender hasta arriba y disfrutar de una de los mayores atractivos del Vaticano.

La tarjeta Omnia es una opción si quiere viajar varios museos en Roma y el Vaticano.

La visita al Vaticano siempre suele llevarse a cabo priorizando la entrada a la basílica, la tumba de San Pedro o los Museos Vaticanos, dejando de lado los Jardines Vaticanos, que son una forma diferente de ver la residencia del Papa. Sólo se realizan a través de visitas guiadas con reserva, que en dos horas de duración nos ponen al tanto de su historia. Además se suelen combinar con la entrada a la Capilla Sixtina. Si no disponemos de mucho tiempo siempre los podremos ver desde la altura de la cúpula de la basílica de San Pedro.

Uno de los instantes más fotografiados en la plaza es el cambio de la Guardia Suiza, el «ejército» del Vaticano, que podemos ver a la izquierda de la entrada principal de la basílica.

Las Audiencias del Papa

Espectacular escalinata en el Vaticano.

El turismo religioso mueve infinidad de fieles, religiosos e incluso curiosos de otras religiones. Cada miércoles el Papa celebra una audiencia en la Plaza de San Pedro, y los domingos se lleva a cabo el Ángelus. Ambas audiencias se llevan a cabo de forma regular a excepción de que el Papa esté fuera del Vaticano en viaje. La asistencia es gratuita pero se deben solicitar entradas en las oficinas del Vaticano y conviene madrugar para conseguir un buen sitio.

Si somos un turista que sólo desea conocer los edificios del Vaticano y no tenemos particular interés en ver las audiencias, es recomendable visitar la ciudad otro día porque las aglomeraciones en estos días hacen que sea complicada la entrada a la basílica y a la cúpula.

Alojamiento en el Vaticano

Roma, la ciuda eterna vista desde el Tiber. El Vaticano al fondo. La capital italiana muestra su mirada más bonita.

Resulta evidente comentarlo pero dormir cerca del Vaticano implica un coste elevado, ya sea en hoteles o apartamentos que se aprovechan de la cercanía a los principales monumentos para sacar buena tajada. A menos que nos lo requiera una movilidad reducida o que sintamos la llamada celestial, lo mejor es buscar alojamiento en una zona algo más alejada. En todo caso hay oferta donde dormir cerca del Castello Sant’Angelo. (Más información sobre donde dormir cerca del Vaticano)

Compras

La vía de la Conciliazione es el «Rodeo Drive» del Vaticano, pero a su estilo claro. En esta avenida podemos comprar cualquier souvenir relacionado con el estado Papal, desde una postal de la Plaza San Pedro repleta de fieles – -o vacía sin un alma- a todo tipo de recuerdos «bendecidos» como objetos religiosos, cerámicas, pinturas, esculturas…hasta no acabar. En la misma calle está la librería San Paolo, especializada en cualquier libro relacionado con el Vaticano.

Plaza de San Pedro. Audiencias del Papa
Plaza de San Pedro. Audiencias del Papa

La tienda de los Museos Vaticanos también es otra opción magnífica de hacernos con diversos recuerdos artísticos como litografías de cuadros o mapas. Los precios no son tan asequibles como si visitamos otras tiendas de Roma, pero la variedad es inmensa.

Puedes informarte en detalle en las oficinas de turismo del Vaticano

Que visitar – Imprescindible en el Vaticano

– Plaza San Pedro, Basílica y la Cúpula

– Una misa bendecida por el Papa (sólo apto para fieles o para amantes de las masas)

– Entrada a los Museos Vaticanos

– Capilla Sixtina