Verona

 

Anfiteatro de Verona
Anfiteatro de Verona

 

Tierra de Paolo Veronese, pintor insigne del manierismo veneciano, del escritor Emilio Salgari, o del gran compositor Antonio Salieri, Verona es sin embargo archiconocida por la relación literaria que se le atribuye a partir de la ficción de William Shakeaspeare que con su obra Romeo y Julieta puso telón al escenario que son las calles de Verona. La imaginaria casa y balcón de Julieta que hoy se visita se ha convertido en  una de las atracciones turísticas que nadie quiere perderse.

La Verona que los escritores Goethe, Heine, Stendhal y Valery era punto inexcusable en los tours de los intelectuales europeos del XVIII.

Verona constituye un punto geográfico importante en la zona septentrional de Italia. Ha sido siempre punto nodal de todos los sistemas de transporte terrestre y acuático del noroeste de Italia. En tiempos de los romanos era punto de encuentro de cuatro vías consulares: la via Gallica, la via Augusta, el Vicum Veronensium y la via Postumia.

Que ver en Verona

Los testimonios arqueológicos tienen la máxima expresión en el fantástico anfiteatro romano, activo aún en día gracias a conciertos y exposiciones.  Unesco ha reconocido de forma oficial Verona, incluyéndola en la lista de Patrimonio de la Humanidad, por su conservación de monumentos de época romana, medieval y renacentista. Su centro protegido por las murallas y las puertas supone un ejemplo de ciudad fortificada cuya elemento más destacado es el Castello Castelvecchio del siglo XIV que acoge el Museo Cívico.

El Castillo Castelvecchio

La sede del actual Museo Civico, donde conviven exposiciones de arte clásicas y contemporáneas fue construido en 1354 para proteger la entrada oeste de Verona por el Puente Scaligero. El castillo Castelvecchio que fue también prisión abre hoy sus puentes levadizos a la cultura y el arte.

Las plazas de Verona

Las plazas cobran mucha importancia en Verona. Ocupan espacios muy abiertos y representativos, como la Piazza delle Erbe, hoy punto de encuentro, el antiguo foro de la ciudad romana reúne la  columna del Mercado, el Capitello o Tribuna, la fuente de la Madonna Verona y la columna de San Marcos (1523) con su león alado, símbolo de  la República de Venecia. La piazza delle Erbe está rodeada de palacios, como el palacio barroco Maffei.

La otra plaza que se comunica con Piazza Erbe a través de la vía comercial Mazzini es la Plaza Brà cuyo nombre viene  desde la ocupación germánica y que quiere decir explanada. Nada mejor para resumir el entorno del anfiteatro, que es uno de los más concurridos por los propios veroneses. Cerrando la piazza Bra están el Palacio Municipal y el Palacio de la Gran Guardia.

La Verona romana

De época romana merece la pena realizar una ruta por el Anfiteatro, (la Arena de Verona), el Ponte di Pietra (Puente de piedra)  y el Teatro Romano. Comenzamos nuestro camino en el teatro construido en la época del emperador Augusto, aprovechando la ladera de una de las mejores colinas para fotografiar Verona. Actualmente el teatro se emplea para representaciones teatrales.

Para cruzar el río nos servimos del Ponte di Pietra, restaurado tras la segunda guerra mundial con los bloques originales que cayeron al rio. Esta mágica puerta de entrada al centro histórico de la ciudad nos lleva hasta la catedral y de aquí callejeamos hasta la Arena, uno de los mayores anfiteatros de Roma, con 139 metros de largo y 110 de ancho y capacidad para 25.000 personas distribuidos en 44 hileras de gradas. Gracias a una respetuosa restauración se ha logrado recrear el espacio de diversión por excelencia en la Roma Imperial. Numerosos artistas italianos celebran sus conciertos multitudinarios en el anfiteatro.

Iglesias de Verona

La Catedral de Verona (Cattedralle di Santa Maria Assunta) descansa sobre dos iglesias paleocristianas destruidas por un terremoto en el 1117. Muestra apliques de  estilo románico, con una nave gótica y un campanario renacentista. La fachada es de estilo románico lombardo ornamentada con esculturas y bajorrelieves del maestro Nicoló.

Otras iglesias interesantes de Verona son Santa Anastasia, muy cerca del Duomo, con doble portada gótica y el fresco de San Jorge en la capilla Pellegrini; y la basílica de San Zenon datada en el siglo XII y mencionada por Dante en su Divina Comedia,  de estilo románico-lombardo. Su exterior de bandas lombardas alternando ladrillo y piedra se rompe con el rosetón, llamado Rueda de la Fortuna

Las puertas del pórtico, en bronce representan escenas bíblicas. Sobria en el interior, las paredes están cubiertas con frescos pintados entre el siglo XII y XIV, donde destacamos el tríptico del altar mayor, Mantegna.

Pero Verona es mucho más. Es el famoso escenario de la trágica historia de amor de Romeo y Julieta, una ciudad para caminar y dejarse llevar por las historias de amor, rastreando los cronótopos que describe el drama de Shakeaspeare, como la ficticia casa de Julieta, o su tumba.

Verona es hoy en día es el segundo centro  de actividad y número de gestiones económicas del Véneto y está cercana a los lugares de mayor interés turístico del norte de Italia. Desde Verona podemos acceder fácilmente al Lago de Garda, donde además de poblaciones de gran belleza como Peschiera de Garda podemos divertirnos en el parque de atracciones Gardaland. Los Dolomitas y las estaciones de esquí del Trentino son la alternativa en invierno al  turismo de sol y las aguas del Lago de Garda.

Guía de lugares imprescindibles de Verona

  • Arco dei Gavi
  • Anfitreatro y Teatro romanos
  • Ponte di Pietra
  • Casa de Julieta
  • Castillo Scaligero
  • Torre dei Lamberti
  • Torre del Gardello
  • Torre Abacial de San Zeno
  • Arsenal Franz Josef I
  • Fortificaciones Austriacas
  • Lazareto
  • Panteón de Santa Maria in Stelle
  • Tumba de Julieta

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