Monterosso es el primer pueblo de Cinque Terre si llegamos del norte, de Génova o Levanto; o el último si venimos del sur desde La Spezia, habiendo atravesado Riomaggiore, Manarola, Corniglia y Vernazza.
Monterosso se divide en dos fracciones separadas por la colina donde se yergue el antiguo castillo. Al sur la parte más antigua de la ciudad y verdadero centro, donde están las iglesias medievales; y al norte, por donde accedemos a través de un túnel perforando la montaña, la zona donde se expandió la ciudad, con la playa, la estación de tren, numerosos restaurantes, heladerías y gran parte de las opciones de alojamiento, hoteles, apartamentos y B&B.
Castillo y Convento de los Capuchinos
El castillo del que hoy sólo quedan restos y huellas que se confunden con el terrero de la colina de San Cristoforo, sobre el pueblo, fue el orgullo de la familia longobarda Obertenghi, que durante la Edad Media fortificó Monterosso para defenderlo de las incursiones sarracenas. Las dinastías de familias genovesas controlaron la fortificación que finalmente se fue desintegrando y su lugar lo ocuparon el cementerio y el convento de los Capuchinos (siglo XV). Desde la pequeña plaza de la fachada del convento obtenemos una panorámica del centro de Monterosso, con la paz y tranquilidad que otorga la altura.
La vista del cementerio es merecedora de subir hasta lo alto de la colina. Las tumbas reposan en un lugar mágico con una panorámica fantástica que sin duda hace mágico el lugar. Hacia el interior la vista de terrazas con una fuerte pendiente que sin embargo se han trabajado durante siglos para que los viñedos, los olivos y los limoneros se agarren a la tierra.
Algo más abajo, bajando por las escaleras llegamos al Convento de los Capuchinos con una pequeña iglesia que cuenta con un altar de madera y la Crucifixión, atribuida a Van Dick; a la derecha al mirador con la estatua de San Francisco. En la vista inmediata tenemos la Torre Aurora, y en el horizonte la costa de Cinque Terre, donde distinguimos Vernazza que se antoja cercana.
El núcleo histórico de Monterosso cobra una vida animada con tiendas de souvenirs, entre ellos mucha artesanía local y original, además de los típicos souvenirs; tiendas gastronómicas donde degustar los limoncellos hechos a partir de los famosos limones de la riviera de Cinque Terre, aceite, pesto, el vino di “Sciacchetrá, y mil tentaciones más.
Las calles de Monterosso viejo están muy cuidadas, y no sólo por el interés turístico si no porque varias tormentas torrenciales (aluviones) arrastraron todo lo que encontraron por el camino desde el monte llenando el centro del pueblo de varios metros de fango, lo que conllevó una ingente labor para recuperarlo.
La iglesia de San Giovanni Battista es el edificio más importante, construido a finales del siglo XIII, con tres naves y una fachada al estilo gótico ligur-pisano que alterna mármol blanco y oscuro, coronada por un rosetón. La torre almenada es de origen medieval y bien pudo aprovechar una de las torres defensivas de la ciudad.
Villa Montale
Cinque Terre guarda una relación muy estrecha con el permio nobel italiano Eugenio Montale que pasó muchos veranos de su infancia en la Villa que lleva su nombre en Monterosso, detrás del Gigante. aunque no se puede visitar esta gran casa de estilo liberty que Montale llamaba con cariño la Pagoda amarilla es uno de los edificios más bonitos del pueblo.
En sus poemas expresaba ese amor por la naturaleza, con odas a sus limones como en la colección de poemas de “Ossi di seppia”, y en su honor se creo un parque literario con guías donde a través de sus palabras y sus versos se explica el paisaje de Monterosso.
Gigante de Monterosso
Como si fuese su símbolo la estatua del Gigante que está al final de la playa de Fegina con el gran promontorio de Mesco detrás, se ha convertido en una de las postales de Monterosso. Poco hacer pensar pese a su pose de atlante que sostiene la tierra, que esta escultura de Neptuno en realidad fue trasladada aquí en los años 50 del pasado siglo, y que su ubicación original era en Villa Pastine. Sus 170 toneladas y 14 metros de altura, obra del arquitecto Francesco Levachery del escultor Arrigo Minerbi en 1910, forman parte ahora del paisaje de Monterosso.
Playas de Monterosso
Teniendo en cuenta la geografía bella pero agreste de Cinque Terre con acantilados que sesgan la costa de forma vertical, las playas son apreciadas por su escasez. Por ello la playa de Fegina es sin duda la mejor de la zona, tanto por su considerable tamaño, alargada como por su arena fina. Los farallones del extremo sur son continuamente fotografiados y escalados. Si continuamos hacia el centro antiguo de Monterosso pasando por el túnel que conecta ambas partes llegamos a la otra playa, más pequeña y en cuya arena suelen estar algunos pequeños barcos de pesca. Al lado se halla el puerto donde llegan los barcos que conectan todos los pueblos de Cinque Terre, gestionados por el Consorcio Marítimo.
Monterosso y el Sendero Azul
Monterosso es el pueblo donde empieza o acaba Cinque Terre y por ende el denominado Sendero Azul que los une en un recorrido de senderismo que requiere esfuerzo pero con una belleza incomparable. Justo al sur del pueblo comienza un ascenso donde pronto se indica la entrada al Parque Natural y donde encontraremos una caseta de control donde se nos solicitará el Cinque Terre Card (que hemos adquirido en los puntos informativos).
Oficina de Turismo de Monterosso
La oficina de turismo de Monterosso que atiende a los viajeros con información práctica, mapas y consejos está en la calle Via Fegina, justo al lado de la estación de tren. Por otro lado la Oficina del Parque de Cinque Terre, centrada especialmente en los itinerarios está dentro de la estación. En ellas podemos comprar el bono de transporte y el pase para hacer los itinerarios de pago dentro del parque (basicamente la parte del Sendero azul que corresponde a los tramos de Monterosso a Vernazza, y de Vernazza a Corniglia).
Información y consejos
Si planeamos un viaje a Cinque Terre y pasamos por Monterosso lo mejor es tratar de venir fuera de temporada de verano, puesto que es uno de los lugares más turísticos de Italia, y ello conlleva precios bastante altos tanto para dormir como para comer.
Monterosso es el único pueblo de Cinque Terre que cuenta con un Parking que se construido en un espigón en la parte norte de la ciudad, entre la playa y el famoso Gigante. Aún así es más recomendable llegar y moverse en tren o realizando el trekking por los senderos ya que el coche es más un estorbo, generando atascos importantes y perdidas de tiempo.
Si necesitan el mapa de Monterosso detallado con detalle de restaurantes, hoteles y B&B se lo pueden descargar mapa_monterosso.