Si lo que queremos es fiesta la verdad es una ciudad como Milán nos puede brindar divertimento muy variado. Después de ver el espectáculo de ver un partido de Calcio en el campo de San Siro, la noche de Milán puede derivar en una noche plácida de música clásica en el Auditorium de Milano, una sala multifuncional donde la Orquesta Sinfónica Giuseppe Verdi ofrece conciertos sinfónicos, coros, música de cámara, aunque también jazz (Via Largo G Mahler 20136).
La Opera de la Scala.
Damos por supuesto que acudir a una noche de ópera en la Scala de Milán está al alcance de muy pocos. La campaña de ópera comienza el 7 de diciembre y los precios dependen de la obra y de la butaca. La Scala de Milán es una especie de catedral de la música, un Duomo vis, templo de la música milanesa.
De marcha.
Para los que buscan otro tipo de sonidos encontramos el Colosseo, con tres salas de música variada; el Rolling Stone (rock, punk, indie y jazz), el Plastic (donde dicen que mejor se puede bailar), Pogue Mahone un pub irlandés con ambiente futbolero y conciertos en vivo ocasionalmente; o los bares de Brera que prometen buena cerveza.
Para los más «jovenes» o animados la noche continua en el Transilvania, muy popular y discotequero; el Tropicana con música latina, salsa y de corte treintañero (hacia arriba).
Una alternativa para salir por la noche de Milán es el Tunnel, con dj’s, música en directo, películas y exposiciones en unos viejos almacenes reconvertidos en disocteca bajo la Stazione Centrale.