Cada año por febrero entra en escena el espectáculo del carnaval de Verona , o mejor dicho del Bacanal del Gnoco, cuyos orígenes tienen relación con tradiciones paganas y con los desfiles del Palio celebrados en la Divina Comedia de Dante.
Esta fiesta conocida en toda Italia cumple ya más de 500 años, con la complicidad de los veroneses que se implican totalmente en el carnaval, rozando la locura y el jolgorio. De hecho, las máscaras son elegidas por los ciudadanos de varios barrios de Verona y de pueblos de la provincia.
La figura más popular de este particular carnaval es el Papà del Gnoco, pero hay multitud de personajes como el Duca della Pignata, el Dio de l’Oro, Re Teodorico della Cadrega, Simeon de l’Isolo, il Principe Reboano, il Duca della Seola, il Conte Nogarola, Mastro Sogar, il Re del Goto, il Conte Polenton, il Conte Caramela entre muchos otros.
Ya en el mes de diciembre arrancan los eventos del carnaval Bacanal, que tras muchos «excesos» culminan el denominado Viernes Gnocolar, es decir el viernes que precede el inicio de la cuaresma. Este día se celebra el desfile de alrededor de 4000 máscaras, carros alegóricos, bandas musicales y equilibristas, que discurren en procesión enloqueciendo las calles de la ciudad.
Papa Gnoco se representa como un hombre anciano, rubicundo y con una larga barba blanca, vestido de con bordados y capa, que como buen Rey del Carnaval de la Bacanal porta como cetro de poder un tenedor pinchado en gnocco de patata. Subido en su esbelto jamelgo, una mula que lo confiere un toque quijotesco, reparte junto a sus ayudantes (los macarroni), caramelos y gnocchis por doquier. Para ser elegido como Papa Gnoco, todo el mundo puede participar, siendo los veroneses quienes lo eligen democraticamente. Los aspirantes fallidos ganarán como recompensa -como no podía ser de otra forma- un plato de gnocchi al pomodoro.
El origen de Papa Gnoco y del carnaval de Verona
Entre 1520 y 1531 Verona sufrió una gran carestía producida por las inundaciones del río Adige y por las continuas rapiñas de los lanzichenecchi, unos mercenarios que servían al mejor postor. El 18 de junio, la población, hambrienta y desesperada se dirigió en marabunta a saquear los hornos de S. Zeno para proveerse de grano y pan. La situación no pasó a mayores estragos gracias al altruismo de algunos ciudadanos que proporcionaron sus reservas a los más precarios de Verona.
La tradición popular vió en Tomasso da Vico al promotor de la solidaridad que evitó una gran hambruna cuando distribuyó entre la población los víveres de primera necesidad como el pan, el queso y el vino durante el último viernes de Carnaval. Para rememorar el recuerdo del donante, surge el personaje de Papa Gnoco, la «máscara» más antigua del Carnaval italiano y europeo de la que se tiene constancia documentada.
Animaros a disfrutar de uno de los carnavales más locos y divertidos de Italia, el Carnevale Bacanal de Verona!
Valentina
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Verona…Cuando leo sobre esta ciudad solo pienso en Romeo y Julieta…asi como en la pelicula de Cassanova…Me encanta el articulo…Prometo que visitare algun dia Italia…
Les felicito por el blog