La Galería Borghese de Roma celebrará del 1 de octubre al 24 de enero del 2010 Caravaggio , una exposición con motivo del cuarto centenario de la muerte del pintor. Junto al monográfico de Caravaggio veinte obras maestras, pinturas de uno de los grandes artistas de la segunda mitad del siglo XX, Francis Bacon, en el centenario de su nacimiento.
Dos personalidades extremas, que dentro del parnaso de los grandes pintores han quedado etiquetados como «malditos». Su forma de expresar el tormento en la pintura tiene la intensidad del genio. Una distancia de cuatrocientos años los separa. Una lejanía que la Galería Borghese, trata de romper con treinta obras maestras de los dos maestros, llegadas desde los principales museos del mundo.
«Caravaggio – Bacon» está comisariada por Anna Coliva, directora de la Galería Borghese quién recuerda que Caravaggio está ‘íntimamente ligado a la historia de la Galería Borghese, ciertamente un lugar privilegiado para celebrar el cuarto centenario de su muerte. Para Scipione Borghese, de hecho, eran los dos cuadros que acababa de pintar Caravaggio antes de su muerte, y con el Cardenal vivió una relación muy estrecha. La Galleria Borghese realiza un seguimiento de esta relación a través de seis obras maestras, Fanciullo con canestro di frutta, Bacchino malato, Madonna dei Palafrenieri, Davide con la testa di Golia, San Gerolamo scrivente y San Giovanni Battista, a través de los cuales se puede ilustrar un gran arco de la vida de Caravaggio.
La colección permanente de la Galleria Borghese, se enriquece con las principales obras de su producción como Negazione di Piero dal Metropolitan di New York, la Caduta di Saulo da Santa Maria del Popolo de Roma, il Martirio di Sant’Orsola delPalazzo Zevallos Stigliano de Napoli o el Ritratto di Antonio Martelli, Cavaliere di Malta da Palazzo Pitti.
Esta inigualable colección lo complementarán las pinturas de Francis Bacon, concedida excepcionalmente a la Galleria Borghese, después del monográfico organizado por la Tate Modern, y que pasó por el Prado y el Metropolitan.
Obras en las que el artista Inglés, con gran intensidad investigaba en el misterio del alma a través de la representación del ideal del cuerpo. Un cuerpo que aparece deformado y conmocionados, pero, sobre todo, rendido al sufrimiento.