Nino Rota, el mago que musicaba las películas de Fellini

Cartel de disco de Nino Rota
Cartel de disco de Nino Rota

El espacio caixaforum de Barcelona reune en a dos genios de la música y el cine italiano. Nino Rota, maestro de las bandas sonoras, y Federico Fellini coinciden en dos espacios que rinden homenaje a sus obras, y a los nexos que unieron sus caminos.

La retrospectiva de Fellini, «El circo de las ilusiones» cuenta con abundante material gráfico, fotos de sus rodajes, visionado de partes de algunas de sus películas más significativas, fotografías y periódicos que contextualizan la Italia de postguerra, la relación con sus divas como Anita Ekberg, o su esposa Giuletta Masina, e incluso la presencia indisoluble en sus películas de Marcelo Mastroianni.

El ciclo de conferencias «Nino Rota. Música, sentimiento e imagen» ahonda en la figura del genial músico, y su especial relación con el genial director de la Dolce Vita o Amarcord.

Conferencias de «Nino Rota. Música, sentimiento e imagen»

De niño prodigio de la música clásica a los primeros trabajos con Fellini
06/05/2010

Emotividad y convulsión
13/05/2010

Entre la nostalgia festiva y el pesimismo moderno
20/05/2010

Últimos movimientos y epílogo
27/05/2010

One thought on “Nino Rota, el mago que musicaba las películas de Fellini

  1. Amo a Nino Rota. Es una rosa (con espinas incluidas) aprentando mi corazón. Es más que un músico. Es un alquimista de la música. Es un intransferible autor del sentir del genio de Fellini. Lo escucho a diariol. Cada compás de La Dolce Vita es como un abrazo. A mis miserias, a mis logros, a mis luchas, a mid amores, a mis búsquedas, a mi encuentro misterioso con un Dios vigilante y enigmático. Es «mi» músico. Escuchar a Zampanó, al desesperado adiós del joven de «Los inútiles», al baile amado y grotesco de Cabiria, a la voz que como extraño eco llega a mi corazón del gran Federico. Te amo, Nino Rota.Más allá de prejuicios e idioteces, te amo desde el corazón, desde mi espíritu –ese enigma silencioso que me perturba–. Ojalá, cuando yo muera, pueda abrazarte y darte un beso agradecido.

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