Hacía 72 años que no se reunían tantas obras de Leonardo da Vinci. Este es uno, pero no el único atractivo de la exposición sobre Leonardo da Vinci que reúne la National Gallery de Londres. Museos de todo el mundo han cedido obras del genio italiano para la denominada exposición del año.
La colección de obras tiene como eje central la horquilla temporal entre 1480 y 1500, seguramente la más prolífica de Leonardo, y cuando, bajo el mecenazgo de Ludovico Sforza, apodado el Moro, Milán se convirtió en centro cultural del mundo.
De ese periodo son algunas de las obras maestras presentes en la exposición como el Retrato de un músico, San Jerónimo, La dama del armiño, La bella herrera, la Virgen de las rocas… o La última cena, el mural reconstruido en una sala especial del museo londinense.
Leonardo da Vinci, hombre adelantado a su época, inventor, humanista y artista global fue innovador en la concepción del retrato que pasó de ser perfilado a introducir la perspectiva de rostro girado, donde se observan los dos ojos, dándole un realismo mayor a las pinturas.
Dos de las obras más novedosas son «El salvator mundi». El Cristo, que con una mano bendice y con la otra sostiene una bola de cristal, y «La bella principessa», cuya autoría a Leonardo había sido discutida hasta ahora.
Otra de las razones que animan a no perderse la exposición es el hecho de ver juntas dos obras «hermanas» y «mellizas». Se trata de las dos versiones de «La virgen de las rocas», que se han reunido para poder apreciar las diferencias y las coincidencias que Leonardo pintó. Una de ellas pertenece al mismo Nationa Gallery, y la segunda llega desde el Louvre de París.
Por si fuera poco la mismísima Reina de Inglaterra, propietaria de la mayor colección de dibujos de Leonardo ha prestado varios diseños del hombre paradigma del Renacimiento.
Hasta el 5 de febrero de 2012 en la National de Gallery podremos disfrutar de las sesenta obras entre dibujos y cuadros.