La mañana del 14 de julio de 1902 un gran rugido sacude Venecia: una nube de polvo se levantó en la Plaza San Marcos, y luego se hizo la oscuridad. El antiguo Campanario de San Marcos se derrumbó sobre sí mismo, enterrando la Loggia de Sansovino y abriendo una grieta en la esquina oriental de los nuevos magistrados (Procuratie Nuove). Se habló de un milagro, porque el Campanario no había provocado muertos ni heridos.
Esa misma noche, el consejo del municipio, presidido por Filippo Grimano, determinó que el Campanario debía ser reconstruido como era y donde estaba. En el centésimo aniversario de la reconstrucción del Campanario de San Marcos, la Cassa di Risparmio de Venecia, el Ateneo Veneto y la Fundación de los museos cívicos de Venecia han querido aportar su contribución realizando la exposición «El Campanario de San Marcos 1902-1912. De la caída a la reconstrucción» y que, a través de fotografías, postales y periódicos de la época documenta todas las fases del evento, desde antes del derrumbe hasta la vuelta a la plaza del «paron de casa», el padrón de la casa, como llaman afectuosamente los venecianos al Campanario.
En el salón de la Cassa di Risparmio de Campo San Luca, en Venecia, se expondrán hasta el 25 de mayo sesenta impresiones de las colecciones de la Fundación de los Museos cívicos de Venecia, conservadas en el Museo Fortuny. En las vitrinas del centro de la sala se colocarán restos del derrumbe, como fragmentos de ladrillos, revistas y periódicos de la época, medallas conmemorativas, sellos y postales procedentes de la colección de Alberto Toso Fei. Siempre atento a las historias y leyendas de Venecia, el escritor veneciano ha puesto su atención en el evento de reconstrucción del Campanario, y ha querido acompañar la muestra con un breve ensayo que narra algunas anécdotas y detalles de la leyenda que gira en torno al colapso del Campanario.