Vuelve a estar expuesta, tras un año de restauración, la espléndida estatua del Laocoonte, obra de Baccio Bandinelli y considerada una de las esculturas más impresionantes de la colección de la Galleria degli Uffizi de Florencia.
Después de la intervención, la obra maestra de 1525 conserva su potente vitalidad, que ha hecho del Laocoonte una obra famosa y admirada durante siglos, casi tanto como la estatua original conservada en los Museos Vaticanos.
Los trabajos de restauración han afectado también a las dos esculturas de mármol antiguo que se encontraban a su lado en el tercer corredor de los Uffizi, que representan el Jabalí y el Hércules Farnese, procedentes de las colecciones de los Médici.
Este importante trabajo de restauración ha sido posible gracias al generoso apoyo económico de la asociación Amici degli Uffizi y de Friends of Uffizi Gallery Inc., que han contribuido con 160.000 euros.
Según Cristina Acidini, superintendente del patrimonio histórico y artístico del Museo de la ciudad de Florencia, la restauración de estas esculturas de Bandinelli proporcionan belleza y visibilidad a un lugar clave del recorrido por la Galleria degli Uffizi. Por otro lado, Antonio Natali, director de la Galleria degli Uffizi, considera la obra del Laocoonte como una de las primeras y más intensas muestras de emoción, fuerza y debilidad del corazón reflejadas en una escultura antigua.
Durante el proceso de restauración, el taller donde se encontraba el Laocoonte ha permanecido abierto al público de manera excepcional, protegido por paneles transparentes, para permitir a los visitantes seguir el progreso de la obra.