Al cubrir un área tan vasta, los Dolomitas tienen en sus faldas y valles numerosas poblaciones interesantes. Las más grandes son Trento y Bolzano, que practicamente separan los Dolomitas de Belluno y los de Trento y Bolzano. No olvidemos que la mayoría del macizo está al este de Trento y Bolzano, en el parque nacional de los Dolomitas Bellunesis, y en su territorio es donde están las montañas más altas como Marmolada o Antelao.
Trento puede ser la base adecuada para el rato que no se esté esquiando o de ruta por las montañas. La capital del Trentino cuenta con destacados monumentos medievales y del Renacimiento, la mayoría en torno a la plaza del la catedral. Entre ellos el Palacio Pretorio, se del Museo Diocesano, el propio duomo, la Torre Civica, o los edificios renacentistas Rella y Cazuffi. Con Trento nos viene a la cabeza el famoso Concilio de la iglesia católica celebrado en el siglo XVI en la fortaleza castillo del Buonconsiglio que se construyó en el siglo XIII.
Al norte de Trento, en apenas 50 kilómetros, pero ya en el Tirol Sur está Bolzano, que parece reunir los cauces de los ríos Agidio e Isarco. Como casi todo el norte posee un gran ritmo de actividades culturales, y su plaza Walther en el centro histórico, donde se ubica la catedral irradia calles porticadas de origen medieval y gremial.
Ya visitadas las ciudades más grandes del entorno de los Dolomitas conviene hacer excursiones y rutas por las poblaciones de montaña como Cortina d’Ampezzo en la Conca Ampezzana; Rocca Pietore-Marmolada en el valle Pettorina; Ortisei y Selva di Val Gardena en el Valle Gardena; Dobbiaco en Val Pusteria; Canazei en Val di Fassa; Falcade y Canale d’Agordo en Valle del Biois, Cavalese en el Val di Fiemme; San Martino di Castrozza en el Primiero, Arabba en el Valle di Livinallongo; Corvara, La Villa, San Cassiano, Badia, Colfosco en Val Badia; Pinzolo, Madonna di Campiglio enVal Rendena y Forni di Sopra en Friuli Venezia Giulia