Roma es el paraíso para los amantes del arte y la cultura, con maravillas arquitectónicas y distintos tesoros repartidos por las calles de esta encantadora ciudad. A continuación, os presentamos algunos de los monumentos y edificios más importantes del patrimonio cultural de Roma:
El Coliseo de Roma
Roma cuenta con uno de los monumentos más visitados del mundo, el magno anfiteatro de Roma, más conocido como el Coliseo romano. El cine ha contribuido sin duda a darle un toque grandioso, pero ello no le resta majestuosidad ya que tanto sus dimensiones representa un icono de la cultura y la historia de la Roma Imperial. Más información del Coliseo de Roma.
Basílica de San Pedro
Según la tradición, la Basílica de San Pedro se encuentra sobre la tumba del apóstol Pedro, crucificado y ajusticiado en el año 69 d. C, lugar que el pontífice Anacleto eligió para construir un “trofeo”.
Con la llegada del imperio de Constantino y el reconocimiento de la religión cristiana como culto oficial del Imperio Romano, se sentaron las bases de la basílica paleocristiana de San Pietro.
Los trabajos comenzaron en 315 d.C, y la Basílica fue terminada once años más tarde, cuando el Papa Silvestre II consagró la iglesia con una solemne ceremonia. Después de un milenio de historia, el edificio, que albergaba frescos de Giotto, sufría una fuerte degradación, cuando el Papa Incola V decidió iniciar su restauración. Tras la muerte del Pontífice, el Papa Giulio II decidió interrumpir los trabajos para construir una nueva catedral.
En el 1596 d. C, Bramante fue el encargado de destruir la basílica existente y sentar las bases de la catedral más grande de la cristiandad.
Los artistas más importantes de la época trabajaron en la Basílica, como Rafael Sanzio, que en 1514 cambió la planta bramantesca por una en cruz latina. Antonio da Sangallo el Joven y Miguel Ángel, bajo el pontificado de Pablo II, decidieron recupera la planta griega inicial, y diseñaron su cúpula.
La Basílica de San Pedro consiguió su aspecto actual gracias a la intervención de Carlo Maderno, que retornó a la planta en cruz latina y definió la fachada y la escalinata, las columnas de los muros, las ventanas con el balcón de las bendiciones en el centro y las trece estatuas de Jesús, Juan Bautista y los apóstoles.
Los trabajos en la basílica concluyeron bajo el pontificado de Urbano VIII en 1626, pero no fue hasta el 1655 y 1667, que Alejandro VII mandó a Bernini crear el gran pórtico de columnas de la Plaza de San Pietro y puso en su centro el obelisco del siglo I a.C. procedente de Elioppoli.
La Basílica de San Pedro acoge hoy en día 20.000 fieles, mide 130 metros de altura y ancha unos 190, con techos que alcanzan los 44 metros y la cúpula, alrededor de 120 metros en el interior y 136 en su exterior. La Basílica alberga además, célebre obras de arte del mundo, como el Baldaquino del Bernini y la estatua de la Piedad de Miguel Ángel.
La Fontana di Trevi
La Fontana di Trevi es la fuente más bella de Roma y la más reconocida a nivel mundial, y preside la pequeña plaza Trevi situada en el distrito Quirinale.
La Fontana di Trevi es la parte final de Aqua Virgo, el acueducto construido en el siglo 19 a.C que trae el agua desde el manantial Salone(a unos 20km de Roma) y suministra las fuentes del centro histórico de Roma.
En 1732, el Papa Clemente XII encargó a Nicola Salvi la creación de una gran fuente en la plaza Trevi. Un siglo antes, Bernini había diseñado una fuente para la misma plaza, peor el proyecto fue detenido tras la muerte del Papa Urbano VIII. Salvi, basó su obra maestra en este diseño. La fuente fue completada en 1762.
El agua de la fontana representa el mar. La leyenda cuenta que si tiras una moneda por encima de tu hombro de espaldas a la fuente, regresarás a Roma.
El Panteón
En Panteón de Roma fue construido en el año 27-25 a.C a manos de Marcus Agrippa, para conmemorar la victoria de Actium sobre Antonio y Cleopatra. Es templo fue quemado en el año 80 d.C.
El emperador Adriano decidió reconstruirlo en 125 a.C, y fue dedicado a todos los dioses conocidos, característica que le otorga el nombre de Panteón. Adriano creó el plano base, un diseño único para su tiempo.
El Panteón fue restaurado por los emperadores Septimus Severus y Caracalla. Durante dos siglos, estatuas de dioses ocupaban los nichos del templo, y se realizaban sacrificios animales en el centro. Dichos animales eran incinerados y quemados en el centro del templo, mientras el humo escapaba a través del oculus central.
Después de que el cristianismo ocupara el lugar del paganismo en Roma, el Panteón fue abandonado. Se prohibieron los actos paganos en 346 y se cerraron muchos templos. Un decreto en 408 obligó a reabrir los templos.
El Panteón no se utilizó hasta la llegada del emperador bizantino Phocas, en 602 d.C, que ofreció el templo al Papa Bonifacio IV, cuando fue consagrado como iglesia cristiana, dedicada a la Virgen Maria y a los mártires. Como parte de esa consagración, el 609 se colocó un altar en el ábside principal., y numerosas reliquias fueron trasladadas al templo.
En el s. XVI, Miguel Ángel llegó al Panteón para estudiar su cúpula antes de comenzar su trabajo en la cúpula de San Pedro. Además, contiene las tumbas de Rafael y de numerosos reyes italianos.
La gigantesca cúpula domina el interior del templo con sus 43,30 metros de diámetro. El oculus mide 7,8 metros de diámetro y ocasionalmente la lluvia cae en su interior, pero el suelo tiene un efectivo sistema de drenaje.
El Centro histórico de Roma junto con el Panteón, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1980.
El Foro Romano
El Foro Romano está situado en la zona entre Plaza Venecia y el Coliseo, y es uno de los restos arqueológicos más importantes del mundo. Tres mil años atrás, este valle entre el Campidoglio y el Quirinal se convirtió en el futuro social y político del Imperio Romano. Pero la zona estaba inundada, y gracias a un avanzado invento de ingenieria, la llamada Cloaca Maxima, un canal que existe hoy en día, permitió drenar la zona. El lugar se desarrolló rápidamente y al final del siglo 7 a.C, era centro de mercados y actividades sociales.
Foro es el nombre que le dieron los romanos, donde se situaban mercados, negocios, tabernas y Termopolia (restaurantes). En tiempo del César, Roma y su foro se convirtieron en lugar de celebraciones y símbolo del Imperio.
Desde las terrazas de Campidoglio, tenemos una vista única del complejo del Foro Romano, donde se pueden observar las ruinas de la Basílica Emilia, o la Curia, donde se sentaba el Senado.
Empezando por el Arco de Septimus Severus, el camino pasa por la Basílica de Massenzio, y termina en el Arco de Tito, desde donde se puede ver el Coliseo. En la Edad Media, el foro fue abandonado y quedó en ruinas. La zona fue utilizada para el cultivo y el pasto, dándole el nombre de Campo Vaccino.
En el siglo XVIII, el Foro Romano fue redescubierto y recuperado, trayendo hasta nuestros días este conjunto único que conforma el Patrimonio de Roma y de la humanidad.