Castel de Monte fue construido por Federico II, rey de Nápoles y Sicilia, un personaje al que le gustaba tener a su alrededor una corte cosmopolita y culta.
El castillo, situado en Apulia (Puglia), al sur-este de Italia, fue diseñado según el principio matemático de la repetición del número ocho. Fruto de esto es el patio octogonal en torno al cual se edificó un impresionante edificio con torres octogonales que dan un aura de misterio y esoterismo a la construcción técnicamente perfecta y ricamente decorada.
Debido a su riqueza histórica y arquitectónica, Castel del Monte fue incluido en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 1996.