Patrimonio cultural Etna

Patio barroco de Catania
Patio barroco de Catania

El patrimonio cultural del Etna se mide en cada plaza de los pueblos Etneos. La riqueza de sus monumentos hay que buscarla en la fortaleza por ir reconstruyendo todo lo que los ataques de furia del volcán ha ido sucumbiendo a los torrentes de lava. En este sentido Catania, destruida parcialmente por la erupción de 1669 que rodeo la ciudad, generando unas plataformas de lava que ganaron espacio al mar; y por el terremoto de 1693, es un gran ejemplo de como los estragos de la naturaleza pueden dar lugar a majestuosas obras de arte.

Tras ambas catástrofes el genial arquitecto Vaccarini diseño una nueva ciudad barroca, con numerosos palacios que forman parte del patrimonio de la Humanidad que la Unesco otorgo al conjunto de edificios del valle de Noto y alrededores.

Otra joya, esta vez naturalística son las gargantas de Alcántara, una especie de pequeño «Gran Cañón» por donde discurren torrentes de arroyos fruto del deshielo de las nieves del Etna, y que durante milenios ha desgastado la piedra basáltica, produciendo unas gargantas que se pueden recorrer a contracorriente si no nos lleva su caudal.