Mar Jónico

El Mar Jónico comprende una porción del Mar Mediterráneo que limita con Italia en la parte sur de la península, justo debajo de la «bota», y bañando la costa este de Sicilia. Las regiones que baña son la citada Sicilia, Calabria, Basilicata, y Puglia

Ocupa un área amplia, siendo el mar más grande de Italia, alcanzando las costas de Albania y Grecia al Este, y de Libia al sur. Limita con el Mar Adriático al norte a través del Canal de Otranto, y con el Tirreno que cierra el estrecho de Mesina.

La historia del Jónico la han escrito en primera instancia los griegos que cruzaron sus aguas para fundar las colonias de la costa del sur de Italia y la costa oriental de Sicilia, Siracusa, Giardini Naxos, Taormina…

Después fueron los romanos los que se hicieron dueños de este territorio marítimo, pero fue la República de Venecia quién saco mayor partido a la navegación, dando salida al Mediterráneo el comercio de Venecia.

La economía de las zonas del mar Jónico fueron basicamente pesqueras, si bien desde el XIX el turismo de localidades balnearias como Taormina (Sicilia), Tropea, Capo Rizzuto (Calabria), Santa Maria di Leuca (Puglia) ha geolocalizado su ubicación.

Las aguas del Mar Jónico se caracterizan por una profundidad elevada, y por su alta salinidad. La temperatura va de los 13/15 °C en invierno a los 23/26 °C en verano mientras que las maréas son mínimas.

Las fuertes corrientes se deben a la diferencia de salinidad, provocando movimientos de grandes masas acuosas. Si a ello unimos el coche de las fuerzas del Mar Adríatico por un lado y del Tirreno a través del estrecho de Mesina, que al llegar a los espacios profundos del Jónico provocan turbulencias y oleaje.

Pesca en el Mar Jónico

En general se trata de un mar pobre de nutrientes, a causa de las grandes profundidades, de los vientos y las corrientes. Aún así el Golfo de Taranto posee uno de los mejores bancos de peces, entre ellos atunes y peces espada.