De los tres platos que constituye una comida italiana, el postre como podemos deducir es el tercero. Para coronar una comida realmente excepcional, nada mejor que un aromático tiramisú, sin duda el postre ideal, o también las pastas fritas rellenas de crema o los pastelillos fritos con miel y frutas escarchadas sicilianas.
Los postres italianos tienen influencias muy variadas (árabes, francesas, alemanas) y suelen utilizar como ingredientes harina, almendras, vainilla, leche y huevos. Uno de los postres tradicionales son los helados, además del tiramisú elaborado con uno de los quesos típicos italianos el Mascarpone.
Cualquiera de estos nombres: Panacotta, Tiramisu, Panettone, Stracciatella, Cannoli se ha hecho internacional, y nos es de sobra conocido a los amantes del dulce.
Pero la pastelería italiana no acaba con los «clásicos» , los Miottini son los dulces típicos de Venecia, en Bérgamo la Polenta e Osei; los crostoli y fritole, dulces tradicionales de la época de Carnaval también en Venecia.; o la torta della nonna (tarta de la abuela), y el salame al cioccolato, dulces típicos de Vicenza. En Nápoles existe el babà (pastel con ron) mezclado con diferentes cremas y de diferentes sabores. También encontramos el zabaglione, postre italiano a base de huevo, Marsala, azúcar y naranja.
En general toda Italia cuenta con postres tradicionales de renombre. El tiramisù es, con toda seguridad, el dulce italiano más conocido en el mundo, hecho con queso mascarpone, bizcochos y café, pero que acepta variantes.
Dentro de la confitería y pastelería italiana se tiene la impresión de que los dulces sicilianos son los más ricos. Y la verdad es que la fama los precede, degustar los cannoli, la fruta martorana (pasteles de mazapán con forma de fruta, como fresas, melocotones, higos chumbos), los Buccellati (rellenos de higos), la Cassata, los Sfinci, el chocolate de Módica o la Pignolata nos puede suponer una agradable experiencia, y quizá algún kilo de más.
La herencia árabe se plasma en toda la gastronomía, pero es más visible en los postres puesto que muchos productos hoy imprescindibles en la cocina de Sicilia se trajeron de Oriente, como el pistacho, almendras, higos, piñones, nueces, uvas pasas, fruta confitada, las granitas, los helados… En otras ocasiones, la asociación religión-dulces tiene raíces hispánicas o catalanas, como los corderos de Pascua preparados para el viernes santo durante las famosas procesiones llamadas Misteris.
Algunos de los postres italianos más conocidos, muchos nombrados anteriormente, son los siguientes:
- Almendras lucane
- Betún de Moka
- Betún de Queso Crema
- Bignè de San Giuseppe
- Bonet Bussecchina
- Cartellate
- Cassata siciliana
- Cheesecake de Brownie Swirl
- Cheesecake de Oreo
- Cheesecake de Oreo Fácil
- Chocoflan
- Colomba Pascuale
- Copa Oreste
- Coviglie al Chocolate
- Crema Florentina
- Dulce a la miel
- Esponjado de Limón
- Galleta para Pie (crust)
- Galletas de Chocochip
- Gelato al banane (Helado de platanas)
- Gelato alla vaniglia (Helado de vainilla)
- Granita all´Arancia
- Granita de limón
- Granizado de Sandía
- Helado «a la Panna»
- Maritozzi
- Masa de Pionono
- Mostaccioli
- Mostachones
- Nepitelle
- Nuctuli
- Nueces Garapiñadas
- Panna cotta al café con salsa de albaricoque
- Pastel Better Than Sex
- Postre de Mascarpone
- Puffs de Queso Ricotta
- Sambayón
- Semifreddo de Naranja
- Spumoni en copa
- Tiramisú
- Zuppa Inglese (Sopa Inglesa)