Tanto si es la primera vez que visitamos Italia como si somos turistas recurrentes, enamorados de su gente, de sus paisajes, de su gastronomía o de su lengua; aprender italiano nos puede facilitar la comprensión, la movilidad y la interactuación con los lugareños.
Aunque el idioma italiano se entiende con facilidad (sobre todo si el interlocutor habla despacio), podemos encontrarnos con que el lenguaje de calle es menos académico, y que se emplean incluso palabras de los dialectos locales o regionales. Por tanto, si peretenecemos a esa categoría de turista no accidental, que intenta no pasar por extranjero, podemos animarnos a estudiar italiano en una academia, y puestos a ello aprobar los exámenes oficiales (CELI – Università per Stranieri di Perugia, CILS – Università per Stranieri di Siena, y el ROMA III – Università degli Studi Roma Tre).
Pese a que hay multitud de cursos online gratuitos, si de verdad queremos hablar correctamente, en las academias de italiano que hay repartidas por toda la península podemos realizar cursos de todos los niveles de italiano para mejorar la comprensión escrita, comprensión auditiva, expresión escrita y expresión oral. Muchas de estas academias también ofrecen cursos en Italia, repartidos por toda la geografía, desde Roma, Milán, Florencia, o las islas de Cerdeña y Sicilia, donde además de estudiar italiano podemos gozar de un clima benigno.
