En Trieste, el tráfico es intenso, de hecho, si llueve hasta algo caótico. Si a eso añadimos la dificultad (no sólo para los turistas) de encontrar aparcamiento (incluso fuera del centro histórico), la mejor opción es llegar con transporte público, o aparcar el coche y moverse a pié. Las dos zonas mejores para dejar el coche son la Stazione Centrale y el Tribunale (palacio de justicia) donde suele haber parkings disponibles y permiten ir andando al centro.
Autobuses urbanos de Trieste
Dado que no hay metro, el mejor transporte son los autobuses (de color azul) que recorren toda la ciudad, llegando hasta espacios turísticos interesantes como los castillos Duino y Miramare. Los billetes se compran en los lugares habituales de Italia, es decir, Kioskos, bares y estancos.
El tranvía de Opicina
Otro método peculiar de conocer Trieste es subirnos al Tranvía Opicina (más conocido en dialecto triestino como el Tram Ocina o el Openski tramvaj in sloveno). La única línea discurre por una vía panorámica que salva fuertes pendientes (26%) con un particular sistema de impulso al estilo de un funicular.Los vagones son las viejas máquinas del 1935 al 1942, puestas a punto y que siguen conservando la franja azul y blanca del ente de transporte de Trieste.
La parada del «Obelisco» dedicado a Francisco I de Austria es el punto panorámico por excelencia, y desde donde parten la mayoría de las rutas panorámicas que permiten ver Trieste y el mar Adriático con mayor perspectiva.