La gastronomía de Roma es muy sabrosa y contundente, a diferencia de la cocina de la región de Lacio. Tradicionalmente, la cocina romana se basa en platos más bien pobres, con ingredientes sencillos pero abundantes y a menudo, ricos en colesterol.
La cocina de Roma tiene su origen en la gente pobre, que no podía permitirse comprar carne y se limitaban a aprovechar las partes del animal que los ricos no querían, como el rabo de buey o los callos. Estos alimentos son conocidos como el «quinto quarto», es decir, lo que queda de la vaca, oveja o cerdo, cuando ya se han vendido sus partes más preciadas. Se usan sobretodo, las partes comestibles del interior de los animales, desde los riñones hasta el hígado o el corazón. Existen también excelentes platos hechos con Zampetti ,es decir, con manitas de cerdo.
Otra característica de la gastronomía de Roma son los platos elaborados con legumbres y verduras. Los garbanzos y las lentejas han estado presentes en las mesas de ricos y pobres, y la sopa de «pasta e ceci» es el plato estrella de nochebuena.
La tradición judeorromana ha dejado rastro en la cocina romana, con delicias como el baccalà (bacalao) frito, los fiori di zucca rellenos (flores de calabacín), y las carciofi alla giudia (alcachofas rebozadas).
Los romanos comienzan su comida o cena con el llamado antipasto, entrantes sabrosos como la bruschetta (pan tostado con ajo y tomate), judías, ensaladas con el delicioso queso pecorino o mozzarella, jamón con melón o platos con embutido romano. La pasta es especialmente buena en Roma, desde la sencilla receta de pasta cacio e pepe (queso, pimienta negra y aceite de oliva), hasta la salsa all’amatriciana, hecha con tomate, tocino y guindilla. Otro plato típico de Roma es el Saltimbocca alla romana, que son finos escalopes de ternera rellenos de jamón y una hoja de salvia, fritos en vino blanco.
Existen también postres romanos, normalmente ligados con festividades tales como Carnaval, Pascua o Navidades. El pastel de ricotta es uno de los más ricos, realizados con queso fresco ricotta con azúcar, limón, vainilla y frutos secos.
Para degustar la gastronomía de romana sólo tenemos que pasear por las calles de la ciudad, donde encontraremos los mejores restaurantes y trattorias de Roma, que acostumbran a ofrecer menús que siguen el calendario gastronómico tradicional, ofreciendo gnocchi alla romana los jueves, pescado los viernes y trippa (callos) los sábados. El centro histórico de Roma ofrece numerosos restaurantes típicos para todos los precios y gustos, mientras que en el Trastevere, tenemos las mejores pizzerías y trattorias frecuentadas por italianos y turistas. Si queremos saborear la cocina judiorromana, el Ghetto es el mejor lugar; Cerca del antiguo matadero (Testaccio), tenemos restaurantes que ofrecen platos a base de menudillos, mientras que en los barrios que rodean la Stazione Termini, se encuentran especialidades locales y étnicas.
En los restaurantes de Roma podemos degustar los platos típicos de su cocina mientras disfrutamos de un ambiente único, lleno de movimiento y color, al más puro estilo italiano. Algunos de los platos más representativos de la gastronomía de Roma, son las Fiori di Zucca (flores de calabacín), Pasta alla Carbonara, Gnocchi alla Romana, Coda alla vaccinara (rabo de toro), Saltimbocca alla Romana o Ciambelle al vino, entre muchos otros.
Comer en Roma es una auténtica experiencia para todos los sentidos y una manera excelente de conocer la cultura de Roma, saboreando cada etapa de su historia a través de su gastronomía, sumergidos plenamente en la vida y el bullicio de sus calles y restaurantes.