Es difícil aburrirse en Milán. La oferta de ocio y cultura es como los pañuelos anudados de un mago que salen sin cesar de la chistera, y como dirían los milaneses al Mal tiempo buena cara.
Música, opera y teatro.
Espectáculo y música se combinan en las obras que abren la temporada del internacional Teatro alla Scalla, por donde todos las grandes voces han iluminado su escenario. Vale la pena la visita al museo y al edificio para hacerse cargo del preciosismo y tamaño de las representaciones que se llevan a cabo. Si el presupuesto no da como para una entrada a la Scala de Milán siempre podremos conformarnos con acudir a otros teatros como el Arcimboldi, el Teatro Strehler, o el Manzoni donde nacieron las mejores comedias musicales en los años 1950.
Y ya puestos en materia musical no menos satisfechos nos quedaremos acudiendo a los conciertos en el Conservatorio Giuseppe Verdi, o en el Auditorium que es la sede de la orquesta filarmónica de la ciudad.
Parques de Atracciones.
Menos profundo, pero igual de intenso puede resultarnos una escapada de un día al parque de atracciones Gardaland Waterpark en el Lago de Garda, o más cerca, al norte de Novara al Zoo Safari Park de Pombia. O sin salir de Milán a los acuarios, entre ellos el acuario Civico que es el más antiguo de Europa.
Entre semana y sobre todo el fin de semana el parque Sempione y los Giardini Pubblici se convierten áeas de recreo hacer deporte o yoga al aire libre, o simplemente para que los padres saquen a los niños a jugar en estas dos grandes superficies verdes de Milán.
A falta de mar las piscinas de los polideportivos o el centro Deportivo de la Arena Civica permiten nadar y mojarse en el frío invierno milanés, pero es en los puertos deportivos del Lago de Garda, donde cuando salen dos rayos de sol se aprovecha para realizar actividades acúaticas.
Otra de las actividades preferidas por los milaneses es el cine y en consecuencia podemos encontrar bastantes películas en cines en versión original como el Arcobaleno en el Viale Tunisia 11 o en las salas Mexico y Aneto.
Para los que apenas tienen unos días para ver todo Milán no es para nada descartable una ruta en los transportes turísticos que ofrecen la guía / visita multilingüe en autobús (Servizio Autostradale), o en el Tram turístico Ciao Milano montando un tranvía de los años 1920, o incuso alquilando una bicicleta.