Asti, capital de la provincia del mismo nombre, casi encajonada por la presión de las provincias de Alessandria al este, Turín al oeste y Cuneo al sur, asentada en la llanura del río Tanaro en la región del Piamonte.
Mencionar a Asti lleva a la fácil asociación de su famoso vino spumante (espumoso), exportado a todo el mundo, pero no de menor calidad son su Malvasía, el Brachetto o el Barbera. Las numerosas ferias enogastronómicas que alberga Asti, la sitúan como referencia para los que chasquean el paladar.
Historia de Asti
Fueron como no los romanos quienes le dieron el nombre actual, derivado de la antigua colonia Hasta Pompeia, que se solapó con las poblaciones celtas-ligures precedentes. Parte de la muralla romana aún sobrevive, así como una domus que conserva su pavimento de mosaico.
Ciudad de arte adquirido con tesón durante siglos, Asti puede considerarse una de las ciudades más bellas del Piemonte. Su esplendor llegó en la Edad Media (siglos XII y XIII) cuando concentró un importante poder económico plasmado en la arquitectura civil (palacios y torres) y religiosa -con su catedral gótica como referente de su centro histórico. Asti se movía al ritmo del dinero, y las familias banqueras como Mirabello tendían sus lazos e influencias más allá de Italia, con negocios en Flandes y Alemania. En su tiempo la llamaron la Ciudad de las Cien Torres, de las que pocas asoman ya sobre el cielo de tejados.
Ese músculo comercial se alimentaba gracias a los oficios liberales de la comunidad judía, que en Asti tuvo una presencia importante, como confirma la sinagoga, y cuyo pasado podemos conocer en el Museo hebraico.
Las mismas luchas intestinas por erigirse como casa nobiliar predominante, junto a la perdida de su autonomía ciudadana que pasa sucesivamente a los Angiou, Visconti, Orleans, españoles, franceses y Savoia, hace languidecer a Asti.
Las referencias a Vittorio Alfieri, hijo pródigo de la ciudad, viajero, enamoradizo y atormentado , y autor de las mejores obras trágicas del siglo XVIII son frecuentes en Asti.
Asti – gastronomía y fiestas
Por la Plaza Alfieri, disputan los jockeys y caballos de cada una de las contrade (barrios) la carrera del Palio de Asti, una de las fiestas más célebres del Piamonte. Curiosamente se piensa que el Palio solo se disputa en Siena (Toscana), que aunque a nivel internacional recibe más atención es algo más nuevo que el celebrado en Asti.
Quizá ese déficit es el que hace más auténtica la carrera, ya que lejos de los focos artificiales del turismo, el Palio de Asti parece más natural, más real e igualmente fervoroso y apasionado por parte de toda la ciudad.
La carrera de caballos del Palio del tercer domingo de septiembre dura poco pero alrededor hay varios días de alegría, jolgorio, desfiles con ropa de época y un ambiente realmente formidable. Ya una semana antes del Palio se inicia la Douja D’Or, un concurso enológico nacional para premiar a los mejores vinos. Y casi contemporáneamente, el segundo fin de semana de septiembre, la Piazza Campo del Palio hace de anfitrión del Festival delle Sagre, una recolección de los mejores productos locales de los agricultores.
Meses antes, allá por mayo se festeja la fiesta del patrón de Asti, San Secondo, que el primer martes de mayo acoge un desfile histórico nocturno y fuegos artificiales. En la Colegiata de San Secondo se hace entrega del estandarte del Palio.
Si hablamos de gastronomía, además del vino spumante, el Barbera d’Asti, el “Barbera del Monferrato” o el Brachetto d’ Acqui y el Piemonte Brachetto, toda la región y provincia es conocida por la trufa blanca, excelso y caro manjar que condimenta los platos de las recetas más caseras. En el pueblo de Moncalvo se lleva a cabo una feria cada año que aunque sea menos conocida que la de Alba, atrae a los expertos en la materia de todo el mundo.
Los mercados semanales dinamizan la ciudad y añaden su tono de colores y sabores para deleite del turismo que agradece la autenticidad de Asti. Quesos como el “robiola” de Roccaverano y el Cocconato, embutidos y avellanas llenan los puestos de venta, presumiendo de un sabor excelso. Y platos como la bagna cauda, los gnocchi de patatas “agnolotti”, o la polenta con tartufo convencen a los paladares más exigentes.
Pero las fiestas y eventos no solo se suceden en Asti, en el resto de la provincia el asedio a Canelli es una de las que reúne más gente.
Qué ver en Asti
El tamaño asequible de la ciudad, con calles peatonales a medida de la gente local se agradece a la hora de descubrirla caminando. Asti se debe al Medievo, con parte de sus «vanidosas» torres presumiendo altura y estilo, fruto de la competencia entre señores feudales que con su pugna dibujaron su fisonomía.
Los monumentos principales son la catedral de Santa Maria Assunta, la colegiata de San Secondo, San Gottardo ejemplo magnífico del estilo gótico piamontés, o el conjunto de San Pietro in Consavia con su baptisterio. Para engalanar los edificios nobles de Asti el estilo barroco vistió las fachadas, iglesias y plazas de Asti, y los detalles de tiendas Liberty componen y resaltan las calles.
Las torres que rasgan el cielo caracterizan Asti, destacando la de Guttuari, la Torre Rossa, la Troiana, la torre Regibus, la Torre Ponte, y la Comentina, que presume de ser la más alta de la región del Piamonte. El antiguo decumano massimo romano hoy lo cubre Corso Alfieri con su vibrante actividad comercial.
Excursiones desde Asti
El Astigiano ofrece tours y excursiones de gran interés para los que se alojan en Asti. Las colinas del Monferrato y le Langue está cubiertas de viñedos que ofrecen un juego de colores según avanza el año y se suceden las estaciones. Aquí se cultiva el Asti Spumante Docg, y son muy apreciadas las rutas del vino que permiten conocer en profundidad su paisaje.
Abundan los viajeros que recorren el Astigiano en bicicleta, itinerarios de trekking, avistamiento de aves, paseos a caballo o catas para degustar vinos y productos típicos. La inmersión en la naturaleza nos zambulle en el Parque Natural de Rocchetta Tanaro o en el Forteto de la Luja.
El nicho de turismo de lujo que llega desde los países nórdicos alimenta la presencia de campos de golf; mientras que las aguas termales de Agliano componen otra alternativa más.
Pueblos como Canelli con sus «catedrales del vino» del Asti Spumante y el Castillo Gancia; Castigliole D’Asti con su castillo; Moncalvo, Costigliole, Roccaverano, Nizza Monferrato y su museo etnográfico Bersano, o San Damiano d’Asti invitan a dedicar una semana de vacaciones a la provincia de Asti.
La Via Francigena, camino de peregrinación hacia Roma se ha recuperado como apuesta de revalorización histórica, acercándonos a Cortazzone donde está su iglesia románica o Passerano Marmorito con su castillo. De hecho el románico en el Piamonte se expresa con carácter y belleza en pequeñas iglesias o ermitas rurales como las de San Lorenzo en Montiglio y la Abadía de Santa Maria di Vezzolano en Albugnano.
Oficinas de Turismo en Asti
Tanto en los bajos del Comune (ayuntamiento de Asti) en Piazza S. Secondo, 1; como la Oficina de Turismo IAT de Piazza Alfieri, 34, podemos obtener detalle de los horarios de los museos, así como obtener información de que ver y hacer en la ciudad y en la provincia.