Son numerosos los festivales que se suceden, casi a diario, de norte a sur, en la columna vertebral de Italia, como si de un órgano cuya siguiente nota casi pisa el eco de la anterior.
Italia es un país con gran tradición musical. Ya la Roma imperial promovía las artes sonoras premiando a los buenos artistas que animaban las noches ociosas de los patricios. Pero la música evoluciona, y las iglesias dieron paso a los teatros, y los escenarios se abrieron a todos los públicos y a todas las músicas.
En Italia existen algunos festivales mundialmente conocidos por su tradición anual. El más conocido quizá sea el Festival de San Remo que desde 1951 atrae los focos musicales a la Liguria, al norte de Italia. Concebido para elegir el representante de Italia en Eurovision, su prestigio se incrementó, llegando a ser uno de los festivales más populares en los 60 y 70, sinedo referente de la «canción italiana», romántica y catapulta de grandes voces como las de Domenico Modugno y Johnny Dorelli con su «Nel blu dipinto di blu» (1958), Adriano Celentano y Claudia Mori «Chi non lavora non fa l’amore» en 1970, o Nicola Di Bari, Iva Zanicchi, Al Bano E Romina Power o Eros Ramazzotti.
Pero el Festival de San Remo no abarca muchas tendencias que necesitaban verse reflejadas en festivales más «cañeros» como el Festival «Notte Rock«, en Finale di Pollina, o el Rock Hard Festival en Estragon (Bolonia) que trae a Italia lo mejor del Metal y el Heavy nacional e internacional.
Venecia celebra en verano el Heineken Jammin’ Festival, cuatro días de rock con bandas estelares que copan el top10 del panorama mundial.
Otros festivales igual de concurridos pero más relajantes son el Rávena Jazz, el primer festival internacional de jazz en Italia, la ciudad también acoge el Ravenna Festival, dedicado a las obras líricas, al ballet, y conciertos de música clásica. Perugia se decanta como Rávena por el Jazz en su festival anual.
En Verona, siempre en periodo estival la Arena de Verona, el majestuoso anfiteatro romano engulle a los espectadores que vienen a ver el Festival Internacional de Ópera de Verona. Otros encuentros de música de ópera son el Festival Puccini, en Torre del Lago, en la Toscana occidental, muy cerca de la tumba de Puccini; el Festival de la Ópera de Roma, que se desarrolla en los antiguos Baños de Caracalla, y el Maggio Musicale Fiorentino desarrollado en el Teatro Comunale.
Por último mencionamos el Festival Dei Due Mondi, en Spoleto, donde música, arte, y cultura se fusionan en un festival artístico anual fundado en 1958 por el compositor italo-estadounidense Gian Carlo Menotti. Durante tres semanas se suceden conciertos, ópera, danza, drama, artes visuales, cine y Spoletoscience que premiarán con el «Pegaso de Oro» a los mejores artistas que pasan por la ciudad de Sploeto en Umbria.
Multitud de conciertos de guitarra anuales, de caracter internacional, como el de Siracusa, o elFestival de guitarra Niccolo Paganini (Parma), el Concurso Suoni Nuovi en la ciudad de Latina en Lazio, las Serate Musicali de Cerdeña, o el Tuscan Guitar Festival en tierras de la Toscana.
No todos los festivales son musicales, y sin duda, el más célebre es el Festival Internacional de Cine de Venecia, más conocido como la Mostra, que anualmente se lleva a cabo en la ciudad de los canales, Venecia.