El término «Ferragosto» deriva del latín Feriae Augusti, y consistía en una serie de festividades introducidas por el emperador Ottaviano Augusto en el siglo XVIII a.C., fiestas que tenían lugar durante el mes de agosto, cuando se suspendían todas las actividades y era costumbre el ambiente festivo, la alegría, y el intercambio de regalos.
Esta típica festividad italiana, se unía a otras fiestas que tenían lugar durante el mes de agosto, como la antiquísima Consualia, en honor al Dios Conso, protector de la agricultura. A finales de agosto se almacenaba en un lugar seguro la cosecha. En la época imperial, este conjunto de fiestas fueron denominadas Augustalis e indicaban un periodo de reposo después del fatigoso trabajo.
Las celebraciones religiosas más importantes que se desarrollaban en este mes eran aquellas del 13 de agosto, dedicadas a la diosa Diana, ligada a la vida en los bosques, a las fases lunares y a la maternidad, fiestas donde podía participar todo el mundo, amos y sirvientes, sin distinción de clase social. En tal ocasión, los trabajadores saludaban a sus jefes, recibiendo a cambio propinas. La costumbre se mantuvo durante el paso de los años y en el Renacimiento, era obligatorio según el decreto papal.
En estos festejos, en todo el imperio se organizaban carreras de caballos, asnos y mulas, que se decoraban con flores para la ocasión. Estas tradiciones las podemos encontrar hoy en día en las ciudades y pueblos de Italia, como por ejemplo, en el «Palio dell’Assunta» que se celebra el 16 de agosto en Siena.
Las fiesta de mediados de agosto, como otras en el mismo periodo, representan el momento en que el verano comienza a terminarse. El fuego se convertía en protagonista como símbolo de la purificación. Este es el motivo por el que en la vigilia de Ferragosto se encienden grandes «Falò» (hogueras), que tienen como objetivo alejar las fuerzas del mal y retrasar la llegada de la nueva estación. Otro elemento importante en esta ceremonia, es el agua. Por ello, la festividad tiene lugar en la playa, donde se organizan estas hogueras y la gente se da un baño a media noche.
Hoy en día, el 15 de agosto, además de ser el día de vacaciones más popular dentro de las fiestas de verano, se celebra la fiesta de la Asunción de la Virgen María, siguiendo un preciso ritual. La famosa fiesta de Ferragosto de la «Assunta al Cielo», fue establecida por el Papa Nicolò I, electo en 858 y fallecido en 867.
El cristianismo hizo coincidir las fiestas de ferragosto con la de la Asunción, uniendo rituales sagrados y profanos en manifestaciones populares. Las plazas de las ciudades italianas se llenan de ferias y mercados que se convierten en un lugar concurrido por la población, que en tiempos antiguos eran la ocasión perfecta para relacionarse y descansar de la dura vida del campo.