Valle de Orcia

Valle del Orcia con sus cipreses y sus casas tan fotogénicas.

El Valle de Orcia, combinación de arte y paisaje, es la expresión de las maravillosas características naturales y el testimonio de las personas que habitan en la zona. Entre el duro paisaje, accidentado en las montañas y más suave en las colinas, los viñedos,  olivares y cultivos de extraordinaria belleza reflejan claramente cómo el hombre depende de los recursos del entorno y como realizan un uso sostenible del medio ambiente.

En el valle de Orcia existen lugares creados por el hombre, como  el complejo urbano de Pienza y Montalcino, la Abadía de San Antimo, las rocas de Radicofani y Rocca d’Orcia, la Colegiata de San Quirico, las termas medievales de Vignoni y la granja de Spedaletto.

Estas creaciones del hombre se unen al pasaje y a la naturaleza única de la zona: del Valle de Orcia: la Reserva Natural de Lucciola Bella, los Biotopos del Mediterráneo y los abetos del Municipio de Castiglione d’Orcia.

El Val d’Orcia (Valle de Orcia), está incluido en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 2004.

Val d’Orcia, la joya secreta de la Toscana.

El Valle de Orcia, -o Val d’Orcia en italiano-, es uno de los lugares más bellos de la Toscana. La zona, situada al sur de Siena (30 minutos) reúne en un pequeño territorio una amplia gama de atractivos turísticos, lo que ha convertido al Valle en uno de los lugares incluidos en la lista de Patrimonio Universal de la Unesco.

Imagen típica de la campiña toscana. Bucólica y real. Para disfrutar sin moderación. ©María Calvo

Lo primero a destacar es el lado de la naturaleza. La naturaleza es rica y única en el Valle de Orcia porque aquí se ha mantenido un buen equilibrio entre el desarrollo humano (agrícola y turístico), el relieve y los paisajes naturales. Después de millones de años de humanización, el Valle no ha sucumbido a la industrialización, ni a la transformación radical de la modernidad. Aún hoy nos sorprenden los pueblos con encanto que no han crecido demasiado. Los pueblos siguen siendo los que han visto a Maquiavelo, Giucciardini, los Borgia y los Médicis.

Los horrores que se pueden encontrar en todas partes en Italia, España, Francia o en cualquier otro lugar son expulsados ​​​​del Valle de Orcia gracias a misterios insolubles. Este encanto, mezcla un relieve mixto de colinas encaramadas sobre campos de cultivo de colores cambiantes. La meseta se llena de cereales y cipreses que conducen a pequeños palacios aislados. Luego, acercándonos a las colinas, donde se asientan los pueblos, nos encontramos con campos de olivos y cítricos, que se protegen del sol y beben de las corrientes de agua ocultas.

En definitiva, la imagen idealizada y el cliché mil veces repetido de la Toscana inmemorial. Un cliché increíblemente cierto. Los motivos del cuidado de los campos, montes y pueblos del Valle de Orcia siguen siendo un misterio para nosotros, pero la respuesta no importa si la comarca se mantiene en buen estado. Que así sea.

Así que, aunque no sepamos el motivo, estamos encantados con el resultado. Y lo disfrutamos, todo el año, saboreando los cambios de color, temperatura y frutos que adornan los árboles y campos. El Valle de Orcia se ha convertido en nuestra casa, es nuestra casa, una más.

Cómo llegar al Orcia.

Ubicado al sur de Siena y Arezzo, el Valle de Orcia comienza donde termina Siena, Sin embargo las carreteras son tan bonitas como lentas. Recuerde que San Quirico y Pienza en el centro de la comarca están a media hora de la ciudad de Palio.

Las carreteras son buenas, pero tenga cuidado de no deslumbrarse demasiado con las vistas. Puede detenerse para tomar fotos o mirar el paisaje, pero hágalo con cuidado.

Si continúa hacia el sur, llegará a la Maremma, la región de Grosseto y Piombino, las playas y, frente a la costa, la isla de Elba.

La belleza que se esconde bajo el volcán.

La compleja geología de los Apeninos ha creado a lo largo de los siglos las colinas, montañas, valles y la llanura suavemente erosionada de Orcia. Hoy nos fijamos en la garriga, los pinares, los llanos arados de tierra arcillosa, los viñedos pegados a los cerros, los racimos esculpidos, grandes, que darán estos vinos tan agradables. Todo está en calma y en paz.

Sin embargo, debajo de los cerros y valles, la naturaleza es cálida, sus fuerzas telúricas se mueven y esta actividad alimenta las nacientes aguas termales. Los establecimientos termales que recuerdan a otra época y los baños públicos están muy extendidos en la región, al sur y al este. Entre los más imponentes y famosos están los Baños de Filippo (Bagni de Filippo); Bagno Vignoni, los baños termales de Saturnia; los términos de San Casciano y los de Rapolano. A veces bien señalizados, a veces escondidos, encontrar estos baños es una aventura que tendrá la recompensa de darse un buen y merecido chapuzón.

Un valle para soñar.

Paisajes y vistas desde Pienza. El Valle de Orcia es una de las maravillas de la Toscana.

Después de la naturaleza viene la cultura. Los pueblos de Orcia saciarán nuestra sed de cultura, copas y tranquilidad. Los romanos construyeron una calzada, fundamental para las comunicaciones entre Roma y el naciente Imperio. Luego, durante la Edad Media, la ciudad de Siena, luego Florencia, regirá los destinos del Valle. Los pueblos fortificados se dedican a la agricultura de este interior de los grandes centros políticos, culturales y económicos de la Italia del Renacimiento. Aceite, vino, cereal, como hoy hará famoso al país.

Los pueblos se han conservado del tiempo y de los hombres, y hoy recuerdan otras épocas, con sus murallas, sus iglesias románicas, góticas y renacentistas. El desarrollo turístico ha sido bien hecho y hay encantadores B&B, pequeños hoteles, junto a no menos encantadores restaurantes, cafeterías y bares. Sin embargo, los pueblos han mantenido una vida propia y están habitados por gente local que da vida a sus pequeños pueblos. Panaderías, ultramarinos, ferreterías, tiendas orgánicas, productos artesanales, productos locales, entre otros pequeños comercios están por doquier, lo que da vida a los pueblos. Nos sorprende esta vida comercial ya olvidada en toda Europa.

Ciudades y pueblos de Orcia.

Los baños termales de Saturnia están a una hora de Grosseto.

Los nombres de los pueblos hacen soñar: Castiglione d’Orcia, Montalcino, Pienza, Radicofani o San Quirico d’Orcia, nombres para no olvidar.

Pienza es el pueblo más conocido, buscado por sus pulcros edificios, su pasegiatta, sus iglesias y museos. Pero quizás San Quirico sea aún mejor. Menos concurrida, pero sin duda hermosa, es perfecta para hospedarse allí. Su muralla conservada, sus jardines públicos abiertos a todos, sus calles empedradas y animadas nos encantaron.

Montalcino, encaramado en una loma con su castillo fortificado, ahora convertido en bodega bodega, sus calles empedradas… Todos los pueblos tienen algo en común y algunas diferencias, personalidades distintas que bien merecen una visita.

Además de los cinco principales, el Valle de Orcia posee muchos otros pueblos menos conocidos pero igualmente interesantes como: Contignano, Monticchiello, Bagno Vignoni, Rocca d’Orcia, Campiglia d’Orcia, Bagni San Filippo y Vivo d’Orcia. Todos ellos cuentan con encantadores restaurantes, bares y B&B donde hacer una estancia de ensueño.

Muy cerca de Orcia.

Siena, su plaza del Pallio y su famosa torre.

Hemos hablado de Siena, situada a media hora, pero hay muchos otros lugares de interés cerca del Valle. Al oeste de Siena, las colinas Senenses mezclan naturaleza, historia y pueblos todavía encantadores.

Montepulciano y el vecino Valle de Chianti son el complemento perfecto de Orcia, aunque más frecuentado.
Volterra y sus monumentos y excavaciones arqueológicas tampoco están lejos.
Luego, la Maremma y Arezzo, incluso Florencia,Pisa, Lucca están a nuestro alcance si nuestra estancia se prolonga hasta Orcia.

Deporte, gastronomía, folklore.

La cultura viene en todas sus formas aquí, en Orcia. En el aspecto deportivo, podemos aprovechar las llanuras y colinas para recorrer la comarca siguiendo los caminos y GR, a pie o en bicicleta. Es posible alquilar una bicicleta de montaña o montar a caballo, por ejemplo.

La zona es perfecta para fotógrafos aficionados o profesionales y especialmente para aquellos que buscan paz y tranquilidad. Aunque en este caso te recomendamos que no elija los meses más calurosos del año (julio y agosto), también los más concurridos.

Vinos ecológicos de la Denominación de Origen del Orcia.©María Calvo.

Después de la siesta o de la estancia en un baño termal, con la caída del sol aprovecha los suculentos platos de la región. Queso de oveja de Pienza (Pecorino); aceite de oliva virgen de Castiglione; Miel; pasta toscana (Pici); carnes cocidas; por supuesto los vinos (entre ellos Brunello y Montalcino); setas y trufas, y eso solo para empezar…

En definitiva, el Valle de Orcia podría ser uno de los lugares del planeta donde, quizás, a cualquiera le gustaría, imaginarse viviendo allí. Un lugar donde cualquiera podría quedarse como si hubiera nacido y vivido siempre allí…

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